Las Mercedarias Descalzas forman comunidades de vida contemplativa que tuvieron su origen en el siglo de oro de las Reformas de las comunidades religiosas en España.
En la Orden de la Merced, fundada por San Pedro Nolasco (1180-1245), destacó la figura del Venerable Fray Juan Bautista del Santísimo Sacramento, reformador y fundador de la Descalcez Mercedaria.
Fray Juan Bautista vivía una vida entregada por entero a la oración y al ejercicio de las virtudes, lo que fructificaba en su apostolado redentor entre las almas. Sin embargo, veía la decadencia de su Orden y anhelaba una reforma al modo de la que habían llevado a cabo Franciscanos, Carmelitas, Trinitarios y Agustinos.
El deseo de Fray Juan Bautista era ver su Orden restituida a la estrechez de su principio y perfección en que la impuso su glorioso Fundador San Pedro Nolasco. El 8 de mayo de 1603, en la capilla de Nuestra Señora de los Remedios de Madrid, tomaban el nuevo hábito reformado seis Mercedarios, sembrando así el inicio de la que será una nueva Orden en la Iglesia. Fray Juan Bautista fallecía el 5 de octubre de 1616.
De la mano de la Descalcez Mercedaria de los frailes, numerosas mujeres habían solicitado vivir este mismo espíritu de vida centrada en Dios, con mayor pobreza y penitencia, destacando entre ellas la Beata Mariana de Jesús, Copatrona de Madrid (1565-1624).
Estas mujeres eran llamadas “beatas”, vestían el hábito reformado y profesaban votos privados, viviendo en sus propias casas.
Siguiendo las directrices del Santo Concilio Tridentino se constituyeron en comunidad religiosa de clausura. El primero de sus monasterios fue el de Lora del Río, fundado el 8 de junio de 1617.